ENTREVISTA: Daniel Gómez Gutiérrez: “Me gustaría elegir un hospital en que, si llega el momento y me apetece, pueda investigar”

Que era un estudiante brillante era evidente pero convertirse en el número uno de 13.803 candidatos que se presentaban al examen MIR el pasado 27 de marzo, ha dejado a todos boquiabiertos. Daniel Gómez obtuvo 158 respuestas válidas y 16 errores con una puntuación de 92,27. Con un baremo 9,5, la puntuación total que obtuvo fue de casi 102 puntos. Con estas cifras será el primero en elegir especialidad y hospital para su residencia, en un año que las plazas ofertadas alcanzan las 7.989.

(Entrevista realizada el 4 de mayo de 2021. El 20 de julio se incorporó como residente de Cardiología en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid)

Finalmente, con una nota de 102 puntos, te has decantado por Cardiología, ¿por qué? ¿Has decidido en qué hospital te formarás?
Han sido muchos factores los que me han hecho elegir Cardiología. La Medicina Interna es una especialidad preciosa, con muchísimo campo de estudio, pero es verdad que prefiero focalizar y ser capaz de profundizar más en un tema como es la cardiología con todas sus subespecializaciones. Pienso que puedo realizarme más como profesional y tener más posibilidad de hacer lo que quiera.
Sobre el Hospital, tomaré una decisión en cuanto pueda. Este año, los residentes y médicos adjuntos de los distintos hospitales nos han prestado mucha ayuda, y he podido hacerme una idea de dónde quiero estar, pero tengo que visitar centros y formarme una idea más real. Eso sí, será un hospital de Madrid por cercanía y por vínculos afectivos, y si puede ser que ofrezca la posibilidad de investigar.

Has mostrado interés en la investigación. Además, has publicado tu primer manual sobre “Electrocardiografía para estudiantes de Medicina” para facilitar a los estudiantes el análisis y la interpretación del electrocardiograma. ¿Cómo surgió esta idea?
La idea partió de mi profesor de cardiología de cuarto curso, el Dr. Pedro Piqueras, que observó que me interesaba bastante el tema de los electrocardiogramas y me lo propuso. Se trataba de hacer un manual de estudio, escrito por estudiantes, y revisado por profesores y estudiantes. Se trata, en definitiva, de un manual de estudiantes para estudiantes.
Y sí es cierto la investigación es una cosa por la que tengo interés. Ahora depende del servicio donde esté y de las líneas de investigación que tenga abiertas. Me gustaría elegir una plaza en la que, si llega el momento y me apetece, pueda hacerlo.

Estudiaste aquí, en Ciudad Real, una Facultad relativamente nueva pero que está obteniendo excelentes resultados…
Este año es verdad que no solo por mí, sino por todos mis compañeros, ha habido muy buenos resultados en la Facultad. La mayoría está contento con sus puestos. Las posibilidades de hacer bien un examen dependen más de ti que de dónde has estudiado, pero claro siempre es una buena señal que todos los que hemos salido de esta promoción y las anteriores hayamos tenido buenos resultados.

Como bien dices, los resultados dependen de tu esfuerzo. ¿Cómo ha sido este año preparatorio?
Ha sido especial. A nivel psicológico la situación que hemos vivido nos ha marcado mucho. Para estudiar necesitas concentración y una estabilidad mental que no teníamos, con tantas malas noticias, tantos fallecidos. Al final tienes que internar olvidar y aislarte cuando te pones a estudiar.

¿Qué consejos tienes para este año al que se enfrentan ahora los estudiantes que se acaban de graduar, y para la prueba en sí?
A los recién graduados les diría que lo afronten con calma para empezar, y que sigan la planificación y los horarios que le dan en la academia; es mejor no innovar. Además, respetar los momentos de ocio y tiempo libre y si la situación mejora, que aprovechen ese ocio para estar con gente. Y por supuesto, que siempre mantengan la cabeza lo más fresca posible porque al final se hace largo, son muchos meses de estudio y hay que llegar al final.

¿Qué pesó más a la hora de elegir Medicina, la vocación o la trayectoria familiar?
En realidad me gustaban todas las ciencias, incluidas las matemáticas, pero al final me terminé decantando por Ciencias de la Salud y la nota de selectividad me hizo optar finalmente por la Medicina. Además, tengo un hermano mayor médico, cirujano, al igual que mis tíos; mi otro hermano es pianista.

También eres violinista, e incluso en alguna ocasión pensaste en dedicarte a la música…
Sí, tuve dudas sobre si dedicarme a la música o no, pero al final se ha quedado como hobby. En cualquier caso, tocar el violín me ha ayudado porque, aunque en este último año encontrar hueco para tocar un ratito era complicado, era el momento que pensaba en otra cosa, desconectaba, y me ha seguido acompañando durante toda la pandemia. En mi etapa de residente me gustaría tener el tiempo suficiente para seguir tocando.

¿Cómo ves la profesión actualmente?
Ahora mismo la profesión en España tiene muchas cosas que mejorar a muchos niveles, empezando por la propia formación de los residentes. En muchos sitios, al final, los residentes, a parte de su formación, se les considera mano de obra barata y hacen labores que no están cubiertas porque hay una falta de adjuntos, de médicos contratados. Se debería dejar a los residentes más tiempo para su formación, y no someterles a este tipo de carga asistencial. A nivel de adjuntos, habría que intentar mejorar la calidad de los contratos, hay mucho temporal, mucho contrato de guardias, poco indefinido, y al final cuando acabas con una carrera tan larga, tan difícil, con una residencia tan dilatada, buscas un poco de estabilidad, una garantía. Hay mucha gente que termina emigrando porque fuera de España existen condiciones mejores y contratos fijos, más estabilidad en definitiva.

Del 27 de marzo cuando hiciste el examen hasta ahora han cambiado mucho las cosas. ¿Cómo has vivido ser el número 1 de 10.803 candidatos…?
La vida no me ha cambiado mucho pero sí ha sido una revolución. Con el tiempo ves que solo es un número, un examen, una forma de ordenar a los opositores para elegir una plaza. Cuando se calma todo, vuelves a la realidad porque tienes que tomar una decisión muy importante, y tienes que tomarla bien, sin que te influya el número, la gente. Debes centrarte en lo que quieres tú.